sábado, 19 de septiembre de 2009

POMEÑA CONFUNDE ARTESANIAS SALTEÑAS CON CHORIPANES

Cafayate, 19 de sepiembre (Apretá el Pomo) A poco de salir en Traffic de la ciudad de Salta, Pomeña y un grupo de encumbrados periodistas arribaron medio exhaustos a la Garganta de Diablo, un paraje camino a Cafayate en el que, aparentemente, se ofrecían sabrosos choripanes.
El impacto fue grande cuando la reportera gráfica, al acercarse al puesto, comprobó, para su desilusión, que los sanguches criollos que había visto desde la ventanilla, cuando la combi arribó al lugar, no eran otra cosa que adornos de arcilla especialmente elaborados para los turistas.
"Son muy lindos", le dijo Pomeña al artesano que los ofrecía, mientras apretujaba los dos billetes de dos pesos que tenía preparados para pagar el crujiente emparedado que creyó ver de lejos.
Sin embargo, un lugareño, al tanto del error, sostuvo que "no era la primera vez que la gente confundía los ceniceros de arcilla de Froilán Mamani con choripanes" y atribuyó la equivocación a las frecuentes alucinaciones que producen raíces, tallos y hojas de plantas de los Valles Clachaquíes en desprevenidos e irresponsables visitantes.
El comentario tranquilizó a Pomeña que recordó en ese momento preciso que en una de las paradas en pleno camino de montaña, atacada por una feroz necesidad de ingerir algún bocado, mascó un raro fruto parecido al kiwi, que colgaba de un arbusto.
"Tenía un hambre impresionante", señaló un poco avergonzada y se justificó argumentando que no había hecho a tiempo a desayunar en el hotel.
Pasó que "se me tapó el jacuzzi mientras me daba un baño y el agua llegó hasta el frigobar, produjo un corto circuito y se incendió el plasma", confesó la periodista a sus colegas mientras masticaba una hoja lanceolada, para olvidar el tan ingrato episodio. (Apretá el Pomo) Pomeña